Un legado, un símbolo

Enrique “Quique” Martí Coll (1939-1992)

Creo que como ciudadanos modernos no podemos olvidarnos de la tierra porque es nuestro entor nonatural

Desde el primer momento, brilló con luz propia, creando armonía en cada paso. Con cariño, le llamaban Quique, un apodo que encapsulaba su esencia: el hombre de familia, el buen amigo, el aventurero, el emprendedor incansable, el entusiasta, el empresario visionario, el alma de la fiesta, el activista apasionado y mucho más. Su vida dejó una huella imborrable en todos aquellos que tuvieron la fortuna de conocerlo.

Quique fue uno de los publicistas más influyentes del país. Como presidente de la Asociación de Agencias Publicitarias, contribuyó significativamente al desarrollo de la industria, siendo uno de los artífices del Código de Ética. Junto con sus socios, fundó Martí Flores Prieto & Wachtel, convirtiéndola en la principal agencia publicitaria de la nación.

Su talento y dedicación le valieron numerosos premios, como “El Ejecutivo Joven Sobresaliente,” “El Top Management Award,” y “El Ciudadano del Año” de la Cámara de Comercio, galardón que recibió en 1980 y 1992. Estos reconocimientos reflejan su inquebrantable compromiso por mejorar la calidad de vida en nuestra hermosa Isla del Edén. Quique fue un ciudadano ejemplar que levantó su voz para promover el bien común, organizando la Marcha Contra el Crimen y liderando campañas de Servicio Público como “El Bobo de los Bobos” contra las drogas y “Pellín y Pellín” contra el crimen. Además, su labor en favor del medio ambiente fue reconocida con varios premios de la Unión de Mujeres y la Asociación de Arquitectos Paisajistas.

Quique no solo fue un líder en publicidad, sino también un ferviente defensor de la conservación ambiental. Fue Director del Fideicomiso de Conservación, fundador y presidente de la Fundación de Conservación de Puerto Rico, y Presidente de Pro-Bosques Urbanos del Greater San Juan Committee. Además, presidió la Junta de Síndicos de la Universidad del Sagrado Corazón, la Asociación de Caligrafía de Puerto Rico, y colaboró activamente con el Departamento de Recreación y Deportes, así como con el Fideicomiso de Parques Nacionales. Como columnista, alzó su voz en defensa de causas naturales, oponiéndose, por ejemplo, al “paredón” construido frente al balneario de Isla Verde.

Las semillas que plantó han dado frutos perdurables. La Universidad del Sagrado Corazón y la Fundación de Conservación de Puerto Rico otorgan becas en su nombre, y en honor a su misión de armonizar la convivencia del ser humano con el ambiente, nació la organización Scuba Dogs Society.

Tras su trágico accidente el 17 de septiembre de 1992, se creó un tramo del Parque Lineal Enrique Martí Coll, que conecta el Parque Central con el aqua-expreso en Hato Rey. Este parque lineal tiene como propósito unir, a través de un paseo, el parque Luis Muñoz Rivera, el parque del Tercer Milenio, el parque de la Laguna del Condado, el parque Central, el parque Luis Muñoz Marín y el Jardín Botánico a lo largo del Caño Martín Peña, perpetuando así el legado de Quique en cada rincón de nuestra isla.

Parque Lineal

ENRIQUE MARTÍ COLL

Scuba Dogs Society favorece el desarrollo de parques lineales en Puerto Rico orientados a la conservación ambiental y ecológica, que sirvan para integrar sus comunidades con las áreas verdes recreativas, que preserven la participación ciudadana y su seguridad, y que fomenten la cohesión social como parte de la planificación urbana.

El Parque Nacional Enrique Marti Coll tambien conocido por los sanjuaneros como “Parque Lineal” es elevado sobre las aguas del Caño Martín Peña con entrada por la Avenida Arterial B en Hato Rey y que llega al Parque Central de San Juan. El complejo consta de 1.5 millas, utilizado para caminar, trotar, practicar el ciclismo y para la observación de un manglar (hábitat en extinción), y que posee la mayor concentración de aves autóctonas y migratorias de toda la Isla.